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HISTORIA  DEL  YOGA I

 

EVOLUCIÓN  HISTÓRICA

 

 

 

 

 

 

3.000 - 2.000 a.C.

 

Los orígenes del yoga se pierden en el tiempo. La prueba arqueológica más antigua de su existencia se encuentra en varios sellos de piedra que muestran figuras en posturas yóguicas, y que fueron halladas en las excavaciones del valle del Indo, en la ciudad de Mohenjo-Daro; se calculan que datan aproximadamente del año 3.000 antes de Cristo.

 

La fecha de los registros más antiguos es incierta, dado que tradicionalmente sus conocimientos se transmitían de forma oral, y los practicantes de yoga aprendían de memoria los versos sagrados, de boca de sus maestros.

 

 

 

 2.500 a.C.

 

La primera mención se encuentra en las vastas escrituras que constituyen los Vedas, de las cuales una parte se remonta, por lo menos al año 2.500 antes de Cristo, pero el principal fundamento de las enseñanzas yóguicas, se encuentra en los Upanishads, que forma la última parte de los Vedas, y se considera la más importante de estos textos sagrados.

 

 

 

900 - 800 a.C.

 

Las primeras Upanishads.

 

 

 

 700 - 600 a.C.

 

Kapila, fundador de la filosofía samkhya

 

 

 

563 - 543 a.C.

 

Príncipe Gautama, el Buda.

 

 

 

548 - 476 a.C.

 

Mahavira, fundador del moderno jainismo.

 

 

 

Siglo VI a.C.

 

Hacia el siglo VI a.C. aparecieron dos grandes poemas épicos: el Ramayana, y el Mahabharata, que contiene el Bhagavad Gita, quizá la más conocida de todas las escrituras yóguicas. El personaje central de esta historia es el dios Krishna, que enseña al héroe Arjuna el camino del yoga.

 

 

 

Siglo III a.C.

 

El texto fundamental en toda escuela de yoga es el Yoga Sutras de Patanjali, se considera escrito hacia el siglo III a.C., aunque con exactitud se desconoce la época en que vivió su autor. Patanjali ordenó con un sentido científico y sistemático un compendio de prácticas que ya existían, y que habían sido transmitidas al modo tradicional. Él diagnosticó desde un perfil psicológico qué era lo que perturbaba al espíritu del ser humano, qué se oponía a su crecimiento y su consciencia, proponiendo para cada persona ejercicios adaptados a sus necesidades capaces de solucionar estos problemas.

 

 

 

326 – 321 a.C.

 

EL GURÚ DE ALEJANDRO MAGNO

(Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno ; Pella, 356 a. C. – Babilonia,  323 a. C., fue el rey de Macedonia desde 336 a. C. hasta su muerte. Wikipedia)

 

Un buen número de personas estima que el interés por el yoga y las culturas milenarias de la India es reciente en Occidente. Nada más equivocado. Los antiguos griegos y romanos, así como otros pueblos de la antigüedad, se sintieron sumamente interesados y atraídos por la mística de la India.

 

Parece que antes de salir hacia la India Alejandro fue a visitar a Diógenes, famoso por su sabiduría:

Pudo haber sido allí (en Corinto) donde conoció a Alejandro Magno. Se dice que una mañana, mientras Diógenes se hallaba absorto en sus pensamientos, Alejandro interesado en conocer al famoso filósofo, se le acercó y le preguntó si podía hacer algo por él. Diógenes le respondió: “Sí, tan sólo que te apartes porque me tapas el sol.” Los cortesanos y acompañantes se burlaron del filósofo, diciéndole que estaba ante el rey. Diógenes no dijo nada, y los cortesanos seguían riendo. Alejandro cortó sus risas diciendo: “De no ser Alejandro, habría deseado ser Diógenes.” En otra ocasión, Alejandro encontró al filósofo mirando atentamente una pila de huesos humanos. Diógenes dijo: “Estoy buscando los huesos de tu padre, pero no puedo distinguirlos de los de un esclavo”.

Aunque la mayoría de las leyendas sobre él dicen que vivía en una tinaja en Atenas, hay algunas fuentes que afirman que vivía en una tinaja cerca del gimnasio Craneum en Corinto. Diógenes Laercio dijo sobre él en Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres:

Al anunciar Filipo que iba a atacar Corintio, y al estar todos dedicados a los trabajos y corriendo de un lado a otro, él empujaba haciendo rodar la tinaja en que vivía. Como uno le preguntara: -¿Por qué lo haces, Diógenes?-, dijo: -Porque estando todos tan apurados, sería absurdo que yo no hiciera nada. Así que echo a rodar mi tinaja, no teniendo otra cosa en qué ocuparme.

 

 

En su campaña a la India, Alejandro Magno accede a ese enorme conglomerado de países por el río Indo, en la ciudad norteña de Taxila; allí, los filósofos griegos que acompañaban al macedonio debaten ampliamente con dos yoguis indios, Damdamis y Kalana. Este último era un personaje de enorme sabiduría mística, de avanzada edad y con un gran control sobre su cuerpo y su mente: aconsejaba al séquito de Alejandro, desconcertaba a sus sabios, hablaba a los filósofos griegos de reencarnación, y se ganaba la admiración de todos. Alejandro le hace su amigo, su confidente, su yogui y su mentor; en suma, su gurú.

 

Tenemos referencias de este asombroso personaje en varios historiadores antiguos, como Plutarco. Kalana hablaba a Alejandro sobre el karma y el joven conquistador llegó a preguntarse si no sería él mismo una reencarnación teniendo, que cumplir irremediablemente la misión que estaba realizando, de conquista militar, pero también difusora y fecundadora de culturas.

No hay duda de que la sabiduría de los yoghis y sabios indios impactaba a los acompañantes de Alejandro. Kalana profetiza la muerte en Babilonia del intrépido conquistador, y acierta de lleno. De tal manera admiraba y apreciaba Alejandro al yogui jainita que le hace acompañarle a Persia. Pero el sabio jaina no podía, seguramente, soportar el derramamiento de tanta sangre, máxima cuando los adeptos de esta antigua religión eran, y siguen siendo, tan respetuosos con la vida sintiente (La ética sensocéntrica o sensocentrismo es un planteamiento ético o cosmovisión que sostiene que todo ser con capacidad para sentir (sintiente), es decir, con capacidad para tener experiencias subjetivas, merece consideración moral.) que no dañan ni a un mosquito. En consecuencia Kalana decide poner fin a su vida, autoinmolarse místicamente, lo que entre los jaina puede ser un heroico acto de amor, o de protesta; imparte sus últimos consejos espirituales a Alejandro, y éste solicita a sus generales que colaboren en la preparación de la pira que incinerará el cuerpo vivo del gran yogui. Kalana entra en meditación profunda, y su cuerpo, colocado en la pira, es devorado por las llamas.

Alejandro encuentra la muerte en Babilonia meses después, tal y como había profetizado el místico cuando le advirtió: “Amigo mío, te estaré esperando, en la otra vida, en Babilonia”.

 

 

 

264 - 227 a.C.

 

El emperador Asoka difunde el budismo en India y Sri Lanka (Ceilán).

 

 

 

65 d.C.

 

El budismo es introducido en China.

 

 

 

300 ¿? d.C.

 

Organización de los seis dharsanas ortodoxos (principales sistemas filosóficos aceptados por la religión Brahamánica): samkhya, yoga, nyaya, vaisasika, purva mimamsa, y uttara mimamsa.

 

 

 

300 - 400 d.C.

 

Abanga y Vasabandu, fundadores del tantrismo y yogachara.

 

 

 

 

 

 

 

 

(Continúa en la página HISTORIA DEL YOGA II)

 

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